SIGLO XX

22 de noviembre, Teatro Solís, 19:30hs.

Temporada Principal

Dirige: Rodolfo Saglimbeni
Solista: Matías Ferreyra (piano)


Programa:
Elbio Barilari – Immigrant music (16’) (estreno para Uruguay)
Serguéi Prokofiev – Concierto para piano Nº3 (28’)
Maurice Ravel – Mi madre la oca (30’)

 

Entradas en boletería del teatro o AQUÍ

 

RODOLFO SAGLIMBENI

Desde su regreso a su nativa Venezuela en 1987, Rodolfo Saglimbeni se ha convertido en uno de los directores de orquesta más solicitados del país y de la región suramericana. Saglimbeni estudió música en Venezuela y en la Real Academia de Música de Londres, obteniendo su grado con Honores, el Diploma de Director de Orquesta y numerosos premios. Fue alumno del Maestro Franco Ferrara en la Academia Santa Cecilia de Roma en 1981.
Fue primer finalista en el Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Besancon (Francia), siendo en la edición de 1985, el director más joven de la competencia.
En Venezuela, ha sido Director Asociado de la Sinfonietta de Caracas y de la Sinfónica Venezuela, Director Artístico Fundador de la Sinfónica Gran Mariscal Ayacucho y Director Musical del Teatro Teresa Carreño y es frecuente invitado de la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela y las orquestas de “El Sistema” en todo el país. Ha sido director invitado de las Orquestas de Besancon, Radio/Televisión de Luxemburgo, Orquesta Haydn de Londres, de las Orquestas y Ensambles de la Real Academia de Música, del Coro Philarmonia y de orquestas sinfónicas nacionales y provinciales de España, Italia, Portugal, Rumania, USA, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Puerto Rico, El Salvador, Chile y Argentina.
Su amplia experiencia en los campos de la docencia, dirección de orquesta y entrenamiento orquestal, lo ha llevado a promover importantes eventos en Europa y Latinoamérica para el desarrollo y entrenamiento de orquestas. Desde 1990, es contratado como tutor en el curso de verano de Canford (Inglaterra) y en 2013 asume la dirección de la Facultad “George Hurst” de la Sherborne Summer School of Music en Inglaterra. Fue profesor de dirección de orquesta de la Universidad Nacional Experimental de las Artes UNEARTES, tutor de Dirección de Orquesta en Fundamusical “Simón Bolívar” y de la Escuela de Música del Mozarteum de Caracas.
En 1997 es seleccionado para la Beca de las Américas, patrocinada por el Kennedy Center de Washington DC. En 1989, fue galardonado con el premio Mejor Director del Año. Luego en 1999, fue ganador del Premio Director de las Américas, en Santiago de Chile; ese mismo año ganó en Venezuela, el Premio Nacional del Artista.
Hacia finales de 1999, fue nombrado Director Musical de la Fundación Teatro Teresa Carreño de Caracas En 2003 es elegido como Director Artístico de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas con quienes ha desarrollado por más de una década uno de los más importantes proyectos artístico-musicales de Latinoamérica. En 2015 es designado por elección, Director Artístico de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, Argentina, para desarrollar un novedoso proyecto artístico el cual hermana a su actividad en Caracas con la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas y sus actividades en Argentina, Uruguay y Chile como invitado de la Orquesta Estable del Teatro Colón, la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca, la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, la Orquesta del S.O.D.R.E y la Orquesta Filarmónica de Montevideo.
Ha sido galardonado con la Orden “Waraira Repano” y la Orden “José Félix Ribas” y con el título honorario ARAM por la Real Academia de Música de Londres. Fue nombrado por el Gobierno de la República de Italia como “Caballero de la Orden de la Estrella de Italia –Cavaliere – Ordine della Stella d´Italia”, reconocimiento que confiere el estado italiano por los logros adquiridos en el campo de las ciencias, las letras y las artes.

 

MATÍAS FERREYRA

Egresa del Conservatorio Departamental de Música de San José y obtiene la Licenciatura en Interpretación Musical: Piano en la Escuela Universitaria de Música
con la profesora Elida Gencarelli. En Europa realiza un Postgrado en Piano en el Conservatorio Superior de Música de Aragón, con los profesores Claudio
Martínez-Mehner y Antonio Pérez Roy y estudia con el legendario pianista y pedagogo ruso Dimitri Bashkirov en el Programa de Alta Formación Musical de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, España. Además realiza estudios de Máster en la clase del Prof Dr. h.c. Kalle Randalu, en la Hochschule für Musik Karlsruhe, Alemania, donde obtiene posteriormente el Certificado de Estudios Avanzados como Solista.
Completa su rica formación en cursos y clases magistrales de algunos de los pianistas más relevantes del escenario internacional, tales como Cyprien Katsaris, Menahem Pressler, Klaus Hellwig, Mikhail Voskresensky, Josep Colom, Elza Kolodin, Ferenc Rados, Ralph Gothoni, Peter Nagy, Natalia Trull y Leslie Howard. Recibe becas de prestigiosas organizaciones como la Funación Carolina, la Fundación Albéniz, el DAAD, el Freundeskreis der HfM Karlsruhe y la Yehudi Menuhin International Foundation. Participa en numerosos festivales internacionales como el Salzburger Festspiele, el Festival Internacional de Santander o el Festival Internacional de Invierno de Santa Maria. Desde su fundación se desempeña como Coordinador Artístico del Festival Internacional de Colonia.
Mantiene una intensa actividad como solista en recitales, conciertos con orquesta, y como músico de cámara, presentándose en Uruguay, Brasil, Chile, Portugal, España, Alemania, Austria, Inglaterra, Francia, China y Estados Unidos, entre otros países.
Recientemente participa del SongStudio organizado por Renée Fleming en el Carnegie Hall de New York junto a la soprano Sofía Mara y la mezzo-soprano Deepa Jhonny, y brinda recitales en el Zankel Hall y el Weill Recital Hall.
Actualmente se desempeña como Profesor de Piano en la Escuela Nacional de Música de la OJS y de Repertorio de la Escuela Nacional de Canto Lírico del SODRE. Además es Director del Conservatorio Departamental de Música de San José.

 

 

Elbio Rodríguez Barilari  - Música inmigrante

Elbio [Rodríguez] Barilari (Montevideo, 1953) ha desarrollado su carrera musical en múltiples campos: compositor, multi-instrumentalista, productor discográfico, docente Universitario, escritor,  periodista. Se formó en composición con Héctor Tosar,  Coriún Aharonián y Graciela Paraskevaídis; continuó sus estudios en Alemania y Brasil. Desde 1998  está radicado en la ciudad de Chicago. Entre 1977 y 2014,  escribió más de 5.000 artículos, la mayoría sobre música popular uruguaya, para  El País de Uruguay y otras publicaciones. Actualmente es Profesor de Música Latinoamericana en la Universidad de Illinois en Chicago, Director Artístico del sello discográfico Delmark Records, dedicado al blues y al jazz, y conductor del programa “Fiesta” en la cadena radial WFMT, dedicado a la música académica de América Latina y la Península Ibérica. Sus artículos siguen apareciendo en la Revista Relaciones de Uruguay y varias publicaciones internacionales.
Entre sus obras sinfónicas más destacadas se incluyen el Concierto para Bandoneón, Alturas de Machu Picchu, su obertura Canyengue, Ofrendas - basada en la tradición latinoamericana del Día de los Muertos - y esta Música Inmigrante. También ha compuesto música de cámara y para instrumentos solistas. Sus obras se han interpretado en Estados Unidos, Europa, Japón y América Latina. 
Música Inmigrante1 fue compuesta como parte de una residencia del compositor en la Fundación Ragdale, en Lake Forest, Illinois. Su estreno mundial tuvo lugar el 3 de noviembre de 2017, a cargo de la Chicago Arts Orchestra, dirigida por el Maestro Javier Mendoza. Ese concierto fue parte del Chicago Latino Music Festival 2017 y fue emitido en vivo por la cadena WFMT para más de 350 estaciones de radio en EE.UU. y otros siete países. La pieza procura reflejar las vivencias, anhelos y dificultades que enfrenta la comunidad latina en los Estados Unidos de América. La obra está dedicada a la memoria de Coriún Aharonián. El compositor alude en ella a situaciones que lo involucran, experiencias comunitarias que forman parte del paisaje global contemporáneo, pero también, con su dedicatoria, a quien está presente en su formación y afectos.

Sergei Prokofiev  – Concierto Nº3 para piano y orquesta 

Sergei Prokofiev (Sontsovka, Ucrania, 1891 – Moscú, 1953) inicia su carrera como pianista y compositor en el Conservatorio de San Petersburgo. Allí recibe clases de Glazunov, Rimsky-Korsakov y Anatol Liadov. En este ambiente experimenta el romanticismo ruso y comienza la búsqueda de posibilidades modernistas, en las que se instala en la segunda década del siglo XX.  Creador prolífico, recorre los más diversos géneros: ópera, ballet, sinfonías, conciertos, sonatas para piano. 
Prokofiev recibe con entusiasmo la Revolución de Octubre, como un camino de libertad en el arte. Viaja al extranjero en los años siguientes, estrenando sus obras en Estados Unidos y Europa, con desigual suerte, sobre todo en el ámbito estadounidense. Retorna al régimen soviético en 1936, explicando esta decisión en términos de patriotismo y nostalgia: “Necesitaba vivir nuevamente un invierno de verdad”…”Oigo el idioma ruso en mis oídos…”.
Su relación con las autoridades soviéticas se deteriora en las últimas etapas de su vida, en caminos similares a los experimentados por Shostakovich, ambos acusados de “formalistas” por no lograr lo que las autoridades concebían como inserción en los postulados del “realismo socialista” plasmado en música.
Los cinco conciertos para piano fueron escritos entre 1911 y 1932; el Concierto Nº 3, entre 1917 y 1921. Es el que ha obtenido mayor popularidad, debido principalmente a sus excepcionales innovaciones melódicas y rítmicas. Fue estrenado por el propio compositor con la Orquesta Sinfónica de Chicago dirigida por Frederik Stock, el 16 de diciembre de 1921. Este concierto integra también el programa con el que el compositor se presenta en su primer viaje de retorno a Rusia, en 1927; lo interpreta en Moscú y Leningrado.
El Primer Movimiento  se inicia con un tema a cargo de un clarinete solista; luego pasa a la orquesta para su desarrollo. El Segundo Movimiento en mi menor, presenta cinco variaciones. El Allegro, ma non troppo es un movimiento lento, sin duda el más virtuoso de la obra, por momentos parece rendir homenaje a Rachmaninoff;  apela a la bitonalidad (la orquesta en Sol Mayor y el piano en Re Mayor), para finalmente concluir en una coda en Do mayor, la tonalidad inicial, en un dramático fortissimo.

Maurice Ravel – Mi madre la oca

Maurice Ravel (Ciboure, 1875 - París, 1937) consolida su prestigio como compositor a partir de la primera década del siglo XX, luego de sus enfrentamientos con el Conservatorio de París y con los compositores dominantes en la academia. Desarrolla un lenguaje propio que se incluye dentro de la corriente impresionista, pero que se distingue por el carácter melódico de gran parte de su música y por la absorción de elementos del post-romanticismo, del jazz, de la música popular española y francesa. Sus armonías se expandieron más allá de lo usual en la época, incluida la experimentación en el uso de la bitonalidad.
Concebida originalmente como una pieza para piano a cuatro manos y luego versionada a un formato orquestal, Mi madre la oca (Ma mère, l'oye), es una obra compuesta en 1908. Está dedicada a dos niños, Jean y Marie, los hijos del  matrimonio Godebski, amigo de Ravel. Está pensada como música para niños, inspirada en los Cuentos de Mamá Ganso del escritor Charles Perrault, si bien para Laideronnette, la emperatriz de las pagodas el compositor se basa en un cuento de la Condesa Marie d’ Aulnoy,  en su época rival de Perrault. Bajo el subtítulo de Cinco piezas infantiles, la versión original para piano está constituida por cinco partes que son independientes entre sí: Pavana de la Bella Durmiente, Pulgarcito, Laideronnette (Niñita fea), Emperatriz de las Pagodas, Conversación de la Bella y la Bestia y El jardín encantado. Los nombres evidencian las temáticas y la narrativa autónoma.
La obra está escrita con sencillez, tal vez pensada para que pudiera ser interpretada por niños. Ravel mantiene esa característica en la versión orquestada: una instrumentación clara pero detallada que rememora paisajes sonoros, sin llegar a ser plena música programática. También hay que señalar que en la versión orquestal el compositor agregó notas al pie de las diferentes piezas, tal vez como ayuda para el intérprete.  Ravel juega con texturas límpidas para lograr el ambiente sonoro de un mundo casi onírico, y los timbres llegan a tener función narrativa en algunos momentos, como es el caso de uso del clarinete para el tema de La Bella, con las respuestas de La Bestia a cargo de los contrabajos.
En 1912, dos años después de haber sido publicada la versión original para piano, nace una nueva versión, esta vez en forma de ballet. Para esta versión el autor agrega un preludio, varios interludios y una pieza más, Danza de la rueca. Esta evolución de la obra es típica del estilo compositivo de Ravel: partir de una pieza de piano que luego orquesta y que puede continuar desarrollando en versiones más elaboradas o adaptadas a requerimientos particulares. 

Marita Fornaro Bordolli – Ernesto Abrines
Centro de Investigación en Artes Musicales y Escénicas
Departamento de Ciencias Sociales, CENUR Litoral Norte,
Universidad de la República