28 de agosto, 19:30hs, Teatro Solís.
La directora italiana Valentina Peleggi estará al frente de la Filarmónica de Montevideo por primera vez, junto a la soprano Eiko Senda y la violinista Clara Rius. Se interpretará el bello y melancólico Poema para violín de Chausson, compuesto por encargo en 1896 para el violinista belga Eugéne Ysaÿe, y la magistral Sinfonía Nº4 de Mahler escrita para soprano y orquesta permite apreciar la búsqueda de una nueva etapa de composición, siendo la última de las tres sinfonías que ponen música a poemas de la colección Des Knaben Wunderhorn.
Directora invitada: Valentina Peleggi
Solistas: Clara Rius (violín) y Eiko Senda (soprano)
Programa:
Ernest Chausson – Poema para violín y orquesta (17’)
Gustav Mahler - Sinfonía Nº4 (55’)
Apoya: Istituto Italiano di Cultura
Entradas en venta en Tickantel y boletería del teatro.
Precios
Anticipadas hasta el 30 de junio: $390.
Precio full desde el 1 de julio: $590.
Financia: Visa
Descuentos y beneficios:
Personas ciegas: sin costo
Personas en silla de ruedas: 50% de descuento.
Club El País: 2x1
Tarjeta Solidaria FUCVAM: 20% de descuento
Cupos limitados sin costo:
Cupo Programa Montevideo Libre.
Socio Espectacular.
VALENTINA PELEGGI
Valentina Peleggi es directora musical de la Sinfónica de Richmond (Virginia, EE.UU.) desde la temporada 20/21. Durante esta temporada estará al frente de la Sinfónica de Chicago en Ravinia, la Sinfónica Escocesa de la BBC, la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional Polaca, en el Teatro Colón, la Arena di Verona; junnto al Coro Sinfónico de São Paulo realizará un concierto a capella.
En las últimas temporadas ha dirigido las sinfónicas de Dallas, Baltimore, New World y Kansas City, Grant Park Music Festival, Royal Philharmonic, BBC National Orchestra of Wales, Bruselas Philharmonic, Antwerp Symphony, Orchestre Philharmonique Royal de Liege, Nuremberg Symphoniker, Gulbenkian Orchestra, Sinfónica de Norrköping, Orchestra della Toscana y Pomeriggi Musicali di Milano.
La ópera (especialmente el bel canto) es una parte vital de la actividad de Peleggi. En mayo de 2024 debuta en la Ópera de Seattle dirigiendo “El Barbero de Sevilla”, después de haber dirigido “Rigoletto” en el Teatro Verdi di Trieste y en la Ópera de Lyon una nueva producción de María de Buenos Aires de Piazzolla en 2022.
Peleggi obtuvo una Maestría en Dirección en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma y realizó un posgrado en dirección en la Royal Academy of Music de Londres. Fue asistente de Bruno Campanella y Gianluigi Gelmetti en varias producciones de ópera. Valentina Peleggi ha recibido la Beca de Dirección Taki Concordia (2015-2017), el Premio de la Fundación Bruno Walter y el Premio de la Fundación Gordon. También ha obtenido el Premio de Dirección del Festival Internacional de Inverno Campos do Jordão 2014 y del Premio APCA (Sociedad Paulista de Críticos) como Director del Año.
Valentina Peleggi está representada por Intermusica en todo el mundo.
CLARA RIUS
Comenzó sus estudios musicales en el año 2003 en su ciudad natal, Madrid, en el Centro Integrado de Música “Padre Antonio Soler” de San Lorenzo de El Escorial con la profesora Ana Uribarri, continuándolos a partir de 2007 con la violinista Polina Kotliarskaya.
En 2013 finalizó el Grado Profesional de Violín obteniendo el Premio Fin de Grado y Matrícula de Honor en Música de Cámara. Ese año ingresó con el mejor puntaje al “Real Conservatorio Superior de Música de Madrid” en la clase del maestro Sergey Teslya, y posteriormente de Ana Comesaña Kotliarskaya.
En el año 2016, gracias a la obtención de una beca Erasmus, se trasladó a la Hochschule fur Musik “Carl Maria von Weber” donde estudió con el Maestro Igor Malinovsky, en la ciudad de Dresden,Alemania.
Dos años más tarde fue aceptada para estudiar el Máster en Interpretación en “Cleveland Institute of Music” de Ohio (EE. UU), con el prestigioso maestro Ilya Kaler. Su formación violinística se ha visto enriquecida con su participación en numerosos cursos de interpretación y festivales tales como como “Nueva Generación Musical” en Segovia, el “Festival Internacional Manuel de Falla” en Granada y el “Festival Internacional de Música de Benidorm” en Alicante. Durante la participación en dichos cursos fueron sus maestros, entre otros, Jorge Risi, Sergey Fatkulin, Zahar Bron (profesor de la Escuela Superior de Música Reina Sofía), Yuri Volgin, Agustín Leon Ara, Igor Malinovsky (profesor de la Hochschule für Musik” Carl Maria von Weber”de Dresden”, Detlef Hahn (profesor de la Royal College of Music de Londres), Mikhail Kopelman (profesor en la Eastman School of Music de Nueva York) e Ilya Kaler (Institute of Music de Cleveland).
EIKO SENDA
Eiko Senda nació en Japón y se formó como cantante con A. Barandoni - uno de los pocos alumnos de Bienamino Gigli - y con la japonesa Tamaki Sakamoto, Estudió canto y pedagogía musical en la Universidad Mukogawa (Japón); se perfeccionó luego en repertorio alemán e italiano. En 1995 se trasladó a Brasil, donde se presentó como soprano lírico-spinto en los principales teatros del país.
Ha interpretado el papel de Cio-Cio-San (Madama Butterfly) más de 130 veces; se destaca la versión para TV Cultura de Brasil con la cineasta Carla Camurati (1999), la grabada en DVD con Francisco Mayerlink (2004) y la filmada en 2008 con Giorge Tacla y Jamil Maluf. Ha recorrido los más importantes títulos del repertorio operístico italiano y, desde 2005, el wagneriano, principalmente en los festivales de ópera de Manaos. Actúa frecuentemente en países europeos y latinoamericanos. En Uruguay ha participado en el estreno mundial de Rashomon de León Biriotti (SODRE) y en extenso número de óperas en el Teatro Solís.
Actúa frecuentemente en conciertos, oratorios y misas, como el Réquiem de Verdi, el Réquiem alemán de Brahms, la Gran Misa en re menor de Mozart, el Te Deum de Bruckner, la Novena Sinfonía de Beethoven, las Cuatro últimas canciones de Richard Strauss, la Sinfonía nº 4 de Mahler, entre otras.
COMENTARIOS DE LAS OBRAS
Ernest Chausson - Poème pour violon et orchestre
Ernest Chausson (París, 1855 – Limay, Seine-et-Oise, 1899) desarrolló una escritura musical romántica; su muerte accidental a los 44 años influye en un catálogo no demasiado abundante, pero con algunas obras que aportan a un lenguaje francés cuya elaboración defendió durante los años en que se desempeñó como secretario de la Société Nationale de Musique, fundada por Saint-Saëns en 1870. Se destacan el Poema del amor y del mar, la Sinfonía op. 20, el singular Concierto Op. 21 para violín, piano y cuarteto de cuerdas y el Poema que escuchamos hoy, además de su ópera Le roi Arthus.
Ya con título de abogado, a los 25 años tomó clases con Jules Massenet en el Conservatorio de París, y luego, de forma privada, con César Franck. Este último y Richard Wagner son las grandes influencias en su lenguaje; realizó en varias oportunidades el “peregrinaje” a Bayreuth.
Como es práctica común, su obra ha sido clasificada en tres períodos. El primero muestra clara influencia de Massenet, Franck y Wagner; el segundo, a partir de su trabajo como secretario de la citada Sociedad de compositores, evidencia la madurez hacia una escritura propia, más dramática y al mismo tiempo más profesional. El tercero corresponde a su interés por la literatura y en especial por los poetas simbolistas. Se acerca a la obra de Dostoievsky, Tostoi y Turgeniev. Precisamente un cuento de este último - uno de los fundadores del teatro ruso moderno - inspira el Poema, que pertenece a este tercer período. El primer borrador de la obra reafirma este punto de partida con el título Chant de l' Amour Triomphante. La evolución de su escritura incluye el alejamiento de esta fuente; Chausson transita desde un poema sinfónico hacia una partitura alejada de referencias concretas. La obra fue estrenada el 27 de diciembre de 1896 con el famoso violinista Eugène Ysaÿe como solista; a él está dedicada.
El Poema, que en una primera escucha puede parecer de forma libre, está sólidamente estructurado en secciones diferenciadas por su carácter. La primera, un Lento e misterioso, constituye un preludio orquestal de carácter grave, en modo mayor. El violín presenta un primer tema lírico, en menor. La segunda sección, un Animato, en compás de 6/8, expone un segundo tema enérgico, con violentos cromatismos. La tercera sección otorga protagonismo a la orquesta, con un largo crescendo, mientras el violín desarrolla el segundo tema en octavas. La sección final implica un retorno al movimiento inicial y al primer tema. El Poema ha devenido en una obra de importancia en el repertorio para violín y orquesta; sin apelar especialmente al virtuosismo, logra un dominio del desarrollo melódico y de la relación entre solista y orquesta que explican el aprecio de Debussy por ella: el romanticismo, aunque presente, ya deja entrever otras soluciones de sutileza.
Gustav Mahler – Sinfonía N° 4
Gustav Mahler (Kalischt, actualmente Kaliště, Bohemia, 1860 - Viena, 1911) desarrolla una intensa carrera como compositor y director de orquesta. Su obra sinfónica y sus ciclos de lieder, muchos concebidos para voz y orquesta, caracterizan su producción, que incluye nueve sinfonías (y una décima bocetada). También fue un director innovador en su interpretación de obras sinfónicas y ópera. De hecho, durante décadas se lo reconoció más en esta función que como compositor, debido a sus brillantes interpretaciones de Mozart, Wagner y Tchaikovsky, entre otros.
Su carrera como compositor, desarrollada en Kassel, Praga, Budapest, Hamburgo, Viena y New York, aparece signada por los enfrentamientos de estéticas y por las circunstancias políticas de la Europa finisecular. Considerado uno de los mejores intérpretes de las óperas de Wagner y del espíritu alemán, es sin embargo un judío en ambientes hostiles. El mismo resumió parte de estos conflictos al afirmar: «Soy tres veces extranjero: un bohemio entre austriacos; un austriaco entre alemanes y un judío ante el mundo». También debe mencionarse la conflictiva y dramática vida familiar, en la que su esposa, Alma, juega un papel determinante, con su frustración por las exigencias de Mahler respecto a la imposibilidad de que también ella desarrollase su carrera como compositora. La muerte de una de sus hijas influye en el deterioro de su salud.
Deryck Cooke, musicólogo británico, propone en su libro Gustav Mahler (1860-1911): A Companion to the BBC's Celebrations of the Centenary of his Birth (1960) una división de la obra del compositor en tres períodos (nuevamente…): un extenso «primer periodo», que se extiende desde Das Klagende Lied en 1880 hasta 1901; un «periodo medio» de composición más concentrada que finaliza con la radicación de Mahler en Nueva York en 1907; un breve «último periodo» de obras elegíacas en la época de enfermedad y hasta su muerte en 1911. La Cuarta Sinfonía está incluida en el “primer período”.
La crítica ha señalado que esta Sinfonía es el punto de despedida del «universo Wunderhorn». Hasta esta obra, la casi totalidad de sus composiciones (canciones y sinfonías) están inspiradas en la colección de poemas folklóricos recopilados por Achim von Armin y Clemens Brentano en Des Knaben Wunderhorn: Alte deutsche Lieder (“El cuerno mágico de la juventud” - o “del niño” - : antiguas canciones alemanas”).
Mahler intenta nuevamente componer un poema sinfónico, como sucede con la Primera y la Segunda sinfonías. En este caso resulta una obra más cercana a lo clásico, una especie de respiro respecto a lo que serán las siguientes. Iniciada en 1899 (dos años después del nombramiento como kapellmeister de la Ópera Imperial de Viena) y concluida en 1900, la Cuarta fue estrenada en Munich el 25 de noviembre de 1901, con la Orquesta Kaim, bajo la batuta del propio Mahler.
La idea de partida de la Sinfonía es la infancia, en sus aspectos a la vez ingenuos y perspicaces, y su progresión hacia un paraíso. Luego de planificar un poema sinfónico-vocal en seis partes, el compositor descarta los segmentos corales del plan inicial y sólo conserva la voz solista para el texto literario del final, inspirado en Des Knaben Wunderhorn. La aparente trivialidad del Primer movimiento, que llevó a la crítica a considerarlo “a lo Haydn”, contiene, en realidad, una compleja textura temática, en la que destacan dos temas, que el compositor elabora con estructura de allegro de sonata. Le sigue un scherzo en el que destaca el violín, que debe afinarse un semitono más agudo. El Tercer Movimiento, con forma sonata-rondó, es el lento, el más prolongado de la obra. El final está constituido por el lied que puede ser interpretado por una soprano o por un niño; luego de evocar la belleza celestial, finaliza en pianissimo: “Ningún tumulto terrenal se escucha en el cielo”…
Marita Fornaro Bordolli
Centro de Investigación en Artes Musicales y Escénicas
Departamento de Ciencias Sociales, CENUR Litoral Norte
Universidad de la República