FESTIVAL BEETHOVEN IV

22 de octubre, 19:30hs, Teatro Solís

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Directora: Ligia Amadio
Solista: Homero Francesch (piano)

LUDWIG VAN BEETHOVEN

. Concierto nº1 para piano y orquesta (37`)

 . Sinfonía nº4, en Si bemol mayor, op.60 (34`)

 

Participación especial de la Comedia Nacional

Entradas en venta en Tickantel. $300.

Apoyan: Embajada de Alemania, Embajada de Suiza y Representación de la Unión Europea

 

 

HOMERO FRANCESCH

En Montevideo tuvo como profesor de piano a Santiago Baranda Reyes. En 1967 el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) le concedió una beca de estudios en Alemania. Al finalizar la beca continuó estudiando en Munich con Ludwig Hoffmann y Hugo Steurer. En 1978 obtuvo el premio discográfico alemán Deutscher Schallplattenpreis.

Ha dado conciertos en las principales ciudades europeas, Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y América Latina. Se ha presentado como solista con las principales orquestas del mundo: la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Múnich, la Orquesta Estatal Sajona de Dresde, todas las orquestas sinfónicas de radio en Alemania, la Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de Francia, la Orquesta Real del Concertgebouw, la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Nueva York, la Sinfónica de Cleveland, la Real Orquesta Filarmónica de Liverpool, la Filarmónica de Varsovia, la Sinfónica Nacional de la RAI y la Tonhalle-Orchester Zürich.

Ha tocado bajo la dirección de maestros de la talla de Leonard Bernstein, Kurt Masur, Sir Colin Davis, Gary Bertini, Herbert Blomstedt, Riccardo Chailly, Eliahu Inbal, Neeme Järvi, Zdenek Macal, Rafael Frühbeck de Burgos, Marek Janovski, Michael Gielen, Witold Rowicki, Karl Richter, Hiroshi Wakasugi, Sir Neville Marriner, Sir Charles Mackerras y Charles Dutoit, entre otros.

La compañía discográfica Kontrapunkt editó, interpretadas por Francesch, todas las sonatas y conciertos de piano de Mozart. Para el sello Deutsche Grammophon ha grabado obras de Bach, Mozart, Bartók, Henze, Mendelssohn, Ravel, Schumann, Stravinski y Chaikovski. Para el sello Tudor Recording AG grabó obras de Mozart, Chopin, Ravel, Domenico Scarlatti y Carl Reinecke.

Participó como invitado en varios festivales como:el Festival de Salzburgo, el Festival de Música de Schleswig-Holstein, el Festival Beethoven de Bonn, el Berliner Festwochen, el Wiener Festwochen, el Festival de Música de Rheingau, el Festival de Piano de Ruhr, la Primavera de Praga, el Festival George Enescu de Bucarest, el Festival Internacional Cervantino de México, la Schubertiada, el Festival de Aix-en-Provence, el Kasseler Musiktage, el Festival de Ópera de Savonlinna en Finlandia, el Festival Duszniki Chopin de Polonia y el Festival Bach en Londres (junto a Leonard Bernstein).

También ha formado parte de numerosas producciones televisivas de música. Entre otras: el Concierto de piano en Sol Mayor de Ravel (que obtuvo el premio «Italia» de 1973); la Fantasía Coral Op.80 de Beethoven con la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Bernstein; Tristán de Hans Werner Henze con la orquesta Sinfónica de la WDR de Köln, dirigida por el propio compositor, un concierto con The Academy of Saint Martin in the Fields dirigido por Sir Neville Marriner en la que se interpretó el Concierto en D Mayor de Haydn y el Concierto en D menor de Mendelssohn; y varios recitales solistas con obras de Mozart, Ravel, Rachmáninov, Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Villa-Lobos y Alberto Ginastera.

Fue profesor de la Universidad de las Artes de Zúrich (Zürcher Hochschule der Künste – ZhdK) donde da clases a solistas. Ha sido jurado de numerosas competencias internacionales de piano. Entre 2004 y 2009 fue director artístico de la Sommer Akademie Lenk de Suiza y desde 2006 ocupa el mismo cargo en la Viersener Musiksommer.

 

LIGIA AMADIO

Ligia Amadio es una de las más destacadas directoras sudamericanas de la actualidad. Se ha distinguido internacionalmente por su exigencia artística, su carisma y sus vibrantes performances. Su actuación internacional se extiende por Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Chile, Colombia, Croacia, Cuba, Eslovenia, Estados Unidos, Francia, Islandia, Israel, Italia, Japón, Jordania, Holanda, Hungría, Líbano, México, Panamá, Perú, Portugal, República Checa, Rusia, Serbia, Tailandia, Uruguay y Venezuela.

Ligia Amadio se ha graduado en Dirección Orquestal (después de haberse graduado en Ingeniería por la Universidad de São Paulo), realizó el Postgrado en Artes, en la Universidad Estatal de Campinas y el Doctorado en Música, en la Universidad del Estado de São Paulo. Sus principales mentores en Brasil fueron Henrique Gregori, Eleazar de Carvalho, y Hans-Joachim Koellreutter. Fuera de su país ha realizado los más importantes cursos de perfeccionamiento en dirección orquestal en Austria, Holanda, Hungría, Italia, República Checa, Rusia y Venezuela. Fueron sus maestros en estos cursos: Ferdinand Leitner, Julius Kalmar, George Tintner, Alexander Politshuk, Guillermo Scarabino, Kurt Masur y Sir Edward Downes.

Nacida en São Paulo, Brasil, Ligia Amadio ha sido la primera mujer galardonada en 30 años de existencia del Concurso Internacional de Tokio en el año 1997. En 1998, obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Santiago de Chile. En el año 2001, recibió el premio Mejor Director del Año, en Brasil, otorgado por la Asociación de Críticos de Arte de São Paulo. En 2012, nuevamente distinguida como mejor director de orquesta, en Brasil, recibió el Premio Carlos Gomes.

Desde 1996, Ligia Amadio se ha desempeñado como directora titular y artística de las siguientes orquestas: en Brasil, la Orquesta Sinfónica Nacional, Orquesta Sinfónica Municipal de Campinas y Orquesta Sinfónica de la Universidad de São Paulo; en Argentina, la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo y la Filarmónica de Mendoza; en Colombia, la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Colombia. Desde 2017, Amadio asume la dirección de la Orquesta Filarmónica de Montevideo, en Uruguay.

Bajo su dirección, se han grabado un total de once discos compactos y cinco DVDs. Entre ellos se destaca la Colección “Música Brasileira no Tempo”, sobre la historia de la música brasileña, bajo los auspicios del Ministerio de Educación de Brasil.

Ha creado e impulsado el Movimiento Mujeres Directoras y ha realizado el I y II Simposio Internacional Mulheres Regentes/ Mujeres Directoras/ Women Conductors, el primero en São Paulo, Brasil, en 2016, y el segundo en Montevideo, Uruguay, en 2018. Como idealizadora y realizadora de este proyecto, fue una de las finalistas al Premio 2019 Classical: NEXT Innovation Award, en Rotterdam.

Entre las orquestras que Amadio ha dirigido como invitada, destacamos:  Arpeggione Städtisches Kammerorchester, Baden-Badener Philharmonie, Ensemble Contrechamps, Filharmonia Czestochowa, Israel Chamber Orchestra, Jerusalem Symphony Orchestra, Lebanese Philharmonic Orchestra, Netherlands Radio Symphony Orchestra, Icelandic Symphony Orchestra, Orkiestrę Symfoniczną Filharmonii Szczecińskiej, Orquesta del Teatro Argentino de la Plata, Orquesta Estable del Teatro Colón, Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Orquesta Filarmónica Nacional de Moldavia, Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, Orquesta Sinfónica del Estado de México, Orquesta Sinfónica de Salta, Orquesta Sinfónica del SODRE, Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia, Orquesta Sinfónica de Chile, Orquesta Sinfónica Nacional de Peru, Orquesta Sinfónica de Santa Fe, Savaria Symphony Orchestra, Silesian Opera Orchestra, Simfoniki RTV Slovenija, Thailand Philarmonic Orchestra, The Congress Symphony Orchestra, Tokyo City Philharmonic Orchestra, además de las más importantes orquestas brasileñas y argentinas.

 

COMENTARIOS DE LAS OBRAS


Ludwig van Beethoven – Concierto N° 1 en Do Mayor, opus 15

El conocido como Concierto N° 1 de Beethoven (Bonn, 1770 – Viena, 1827) fue en realidad el segundo en ser terminado; sí fue el primero en ser publicado en Viena, en 1801. Fue escrito en 1795 /1796; Beethoven lo retoma en 1798 para volver a su cadenza  y componer tres diferentes. Más adelante en su evolución, el compositor lo consideraba como una “obra de su pasado”; en realidad, sus dos primeros conciertos fueron concebidos para su propio uso, en un período en el que buscaba imponerse como pianista.  La orquesta es aún la de Mozart, aunque ampliada; ya es una gran orquesta para un concierto en una sala pública. Y si Mozart había incluido el clarinete en la instrumentación, Beethoven decide doblar el número, lo que le permite lograr matices tímbricos, además, transforma este instrumento en el solista del Segundo Movimiento. El compositor y pianista Václav Jan Tomásek dejó este testimonio, que refleja el desconcierto que provocaba el nuevo lenguaje surgiente: “Admiraba su poderosa y brillante forma de tocar, pero sus frecuentes y atrevidos cambios de una melodía a otra, dejando de lado el desarrollo orgánico y gradual de las ideas, no se me escapaban. Los males de esta naturaleza debilitan frecuentemente sus grandes composiciones, las que surgieron de una concepción demasiado exuberante. El oyente se despierta a menudo bruscamente... Lo singular y original parecía ser su principal objetivo."
El Allegro con brio toma forma de allegro de sonata. La orquesta se presenta sola, en una extensa introducción de 105 compases, durante la que se exponen dos temas que serán trabajados luego por el piano. Esta introducción presenta cambios de tonalidad que ya separan al compositor del orden clásico. Beethoven declararía un cuarto de siglo después, en 1826, al compositor y tecladista Maximilian Stadler: “Siempre me he contado entre los más grandes admiradores de Mozart y lo seguiré siendo hasta el último aliento de mi vida”- Los primeros conciertos juegan entre la fidelidad provocada por esa admiración y el desafío de su carácter compositivo. Para quienes clasifican los primeros conciertos como una especie de “ensayo” según el modelo mozartiano, las modulaciones de la orquesta en esta introducción o el carácter del Segundo Movimiento muestran que reconocimiento del maestro no significa, en absoluto, voluntad de copia.
El Largo central en La bemol Mayor es el movimiento más novedoso por su orquestación. Prescindir de las trompetas y los membranófonos era práctica común en los movimientos medios de los conciertos, pero Beethoven también abandona la flauta  y los oboes.  El resultado es una orquesta que incluye cuerdas, fagots, cornos y clarinetes. El sonido delicado y las opciones de orquestación transforman al clarinete en instrumento solista. La forma es de una especie de lied, con un carácter intimista.
El Rondó final (Allegro scherzando)  contrasta por su celeridad y sus sorpresas rítmicas. El piano lo inicia y la orquesta lo sigue en diálogo brillante de un cierto tono humorístico, que llega a un máximo de contrastes en el final, donde se alterna la delicada intervención del piano con las maderas y la orquesta en pleno.

 

Ludwig van Beethoven - Sinfonía Nº 4 en si b mayor, Op. 60

La creación de la Cuarta Sinfonía corresponde a un período de intensa producción en la vida de Beethoven.Luego de la Eroica el compositor dedica sus esfuerzos a la composición de su ópera Fidelio o El amor conyugal, esfuerzo lleno de tensiones, ya que las primeras versiones estrenadas no logran la respuesta esperada. Esta constante insatisfacción hace que decida dejar a un lado esta obra durante la primavera de 1806 - la retomaría años más tarde – para volcarse a la composición de obras instrumentales, de tal forma que llega a culminar diez obras en el período de dos años: termina la sonata Appassionata, compone el Cuarto Concierto para Piano, los tres Cuartetos Razoumovsky, la Sonata en La Mayor para Violoncelo, el Concierto para Violín, la Obertura Coriolano, las Variaciones en Do Menor para Piano, el Trío para Piano “El Fantasma” y la Cuarta, Quinta y Sexta sinfonías.
Dos acontecimientos biográficos se asocian a este período: el profundo conflicto familiar iniciado con el casamiento de su hermano y el nacimiento de su sobrino, de quien en el futuro se hará cargo, y su relación con María Teresa von Brunswick, sobre la que se ha escrito mucho y con escasos datos de la realidad, sobre todo en cuanto a posible inspiración respecto a la Cuarta Sinfonía.
La obra se opone en carácter a la Eroica, y ha sido relacionada con la Pastoral, en especial por el Segundo Movimiento, el Adagio. Estas diferentes modalidades estilísticas han sido consideradas como momentos en la evolución de lo que se ha dado en llamar “el ideal sinfónico” del compositor, en el que intervienen elementos extra-musicales y las opciones para expresarlos musicalmente. Así, este Adagio ha sido interpretado por algunos analistas como una especie de preparación para el lenguaje descriptivo de la citada Pastoral.
Tres de los movimientos – Primero, Segundo y Cuarto - tienen forma de allegro de sonata. El Primer Movimiento presenta una introducción lenta, de carácter grave, la más prolongada escrita por Beethoven. Luego de ella, la orquesta estalla en fortissimo, en un Allegro vivace con juegos tímbricos, rítmicos y melódicos que se desarrollan a través de dos temas. Un nuevo mundo expresivo se abre con este movimiento en la historia de la sinfonía, una fuerza expresiva que hasta entonces no se había escuchado en una sala de conciertos.
El Segundo Movimiento, Adagio, es el que más ha interesado a los analistas por su papel en la evolución estilística del compositor; se desarrolla en Mi bemol, subdominante de la tonalidad principal, y es atravesado por una figura rítmica presentada en el primer compás por los segundos violines, denominada Paukenfigur (“motivo de los timbales”); reaparece en diferentes momentos en diversos instrumentos, con carácter humorístico o más solemne.
El Tercer Movimiento se construye como un doble scherzo con juego rítmico entre compases binarios y ternarios. El trío muestra un peculiar trabajo tímbrico en los vientos.  El Allegro ma non troppo, breve final, se caracteriza por la ligereza.
El juego de dinámicas es especialmente señalable; las novedades tímbricas tienen más que ver con el uso de los instrumentos que con la constitución de la orquesta;  es la concepción de las frases, el entramado y los protagonismos de los diferentes instrumentos lo que significa, y especialmente a partir de esta Sinfonía,  una nueva mirada que determinará nuevos rumbos en el género.

Marita Fornaro Bordolli – Ernesto Abrines
Centro de Investigación en Artes Musicales y Escénicas/
Escuela Universitaria de Música
Universidad de la República