CARLOS KALMAR

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El segundo concierto de la Temporada Principal de la Orquesta Filarmónica de Montevideo contará con el Director invitado Carlos Kalmar y un repertorio que incluye la trágica Sinfonía Nº10 de Shostakovich, considerada autobiográfica, pues simboliza la libertad conseguida después del fallecimiento de Stalin. Y se completa el programa con una Fantasía de Vaughan Williams con variaciones de una melodía inspirada en un tema del compositor inglés del siglo XVI Thomas Tallis.

 

29 de mayo, 19:30hs, Teatro Solís

Entradas en venta en Tickantel y boletería del teatro ($390).

 

Programa:

Ralph Vaughan Williams - Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis (18’)

Dimitri Shostakovich - Sinfonía Nº10 Op.93 (52’)

Moderato
Allegro
Allegretto – Largo – Più Mosso
Andante - Allegro – L'istesso tempo

 

Sinfonía Nº10. Op. 93 de Dimitri Shostakovich editor original Editorial: DSCH-Kompositor
Representante exclusivo Barry Editorial (www.barryeditorial.com.ar).

 

CARLOS KALMAR

Carlos Kalmar es un director muy interesado en presentar al público y a las
orquestas repertorios poco conocidos y es elogiado continuamente por sus
programas innovadores. Cuenta con una larga trayectoria profesional en la música
con más de 31 años de experiencia como director musical. Es Director Musical de la
Orquesta Sinfónica de Oregón desde hace 18 años y es también Director Artístico y
Director Principal del Festival de Música Grant Park de Chicago.

En mayo de 2011, Kalmar realizó su aclamado debut en el Carnegie Hall con la
Orquesta Sinfónica de Oregón, considerado por el crítico de Nueva York Alex Ross
como "uno de los eventos más apasionantes de la temporada actual". El concierto
titulado "Música para una época de guerra", con obras de Ives, Adams, Britten y
Vaughan Williams fue posteriormente publicado por el sello discográfico Pentatone
y recibió una nominación a los premios Grammy a la "Mejor interpretación
orquestal".

Habitualmente es invitado como director por las Orquestas Sinfónicas de Baltimore
y Milwaukee y, recientemente, ha dirigido conciertos de abono de la Sinfónica de
Chicago, Sinfónica de Boston, Filadelfia, Filarmónica de Los Ángeles, Sinfónica de
Houston, Sinfónica de Dallas, Sinfónica de Atlanta y Orquestas de Minnesota.
Además, ha dirigido las Orquestas Sinfónicas NHK y Yomiuri Nippon en Japón, así
como las Orquestas Sinfónicas de Singapur, Filarmónica de Malasia, Queensland y
Nueva Zelanda.

Hasta 2016 Kalmar ocupó el cargo de Director Musical de la Orquesta de RTVE. Ha
dirigido numerosas orquestas en Europa como la Sinfónica de la Ciudad de
Birmingham, la BBC Orquesta Nacional de Gales, la Royal Philharmonic de
Liverpool, la Filarmónica Checa, la Filarmónica de Rotterdam, la Filarmónica de
Helsinki, la Sinfónica de la Radio de Berlín, la Sinfónica de la Radio de Frankfurt,
Mozarteumorchester Salzburg y la Sinfónica de la Radio de Viena.

Kalmar es reconocido por su trabajo con cantantes y ha dirigido en la Ópera Estatal
de Hamburgo, la Ópera Estatal de Viena (La flauta Mágica, Cosí fan tutte), la
Ópera de Zúrich (Figaro, Die Entführung) y la Ópera Nacional de Bruselas (Il
Barbiere di Siviglia). además de producciones en la Volksoper de Viena (Contes
d'Hoffmann), Frankfurt (Die Fledermaus), Weimar (Rigoletto) y los Festivales de
Aix-en-Provence y Carinthischer Sommer. Programa regularmente ópera en
concierto y oratorio con sus orquestas en Oregon y Chicago.

Muy comprometido con la música contemporánea, Kalmar ha encargado obras a
compositors como Gabriel Kahane, Kareem Roustom, Stacy Garrop y Mark-Anthony
Turnage. Sus compromisos como director invitado en la última temporada incluyen
trabajos con la Sinfónica de Islandia, la Filarmónica de Tampere, la Sinfónica de
Helsingborg, la Filarmónica de Wroclaw y las Orquestas Sinfónicas de Singapur.

Sus grabaciones para Pentatone con la Orquesta Sinfónica de Oregón incluyen dos
nominaciones a los premios Grammy, una por su lanzamiento en 2012 de "Music for
a Time of War" y otra por "Spirit of the American Range" con obras de Walter
Piston, George Antheil y la Sinfonía no 3 de Copland. El año 2017 fue el
lanzamiento de Las Sinfonías no 53, 64 y 96 de Haydn ("esta es una gran actuación
que capta una sinfonía de clase mundial en la cima de su juego", Audition
Audiophile) seguida de dos volúmenes titulados "Aspects of America" que incluyen
obras der Barber, Kenji Bunch, Christopher Rouse, Sebastian Currier, Walter
Piston, Morton Gould y Howard Hanson. Sus grabaciones para discos de Cedille
incluyen repertorio de Szymanowski, Martinu y Bartók y obras de Joachim y Brahms
con la Orquesta Sinfónica de Chicago.

Nacido en Uruguay de padres austríacos, Carlos Kalmar estudió dirección con Karl
Österreicher en Viena y ganó el Primer Premio en el Concurso de Dirección Hans
Swarowsky. Ha sido director musical de la Orquesta de RTVE, la Filarmónica de
Stuttgart y la Niederösterreichisches Tonkünstlerorchester de Viena.

 

Ralph Vaughan Williams - Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis

Ralph Vaughan Williams (Gloucestershire, 1872 - Londres, 1958) se interesó por la música inglesa de la época Tudor -  es decir, desde mediados del siglo XV hasta la mitad del XVII - y por la canción popular inglesa; su obra marca una ruptura con el estilo británico de influencia alemana dominante en el siglo XIX. Fue alumno tardío de Maurice Ravel, con quien buscó profundizar el trabajo de las texturas y obtener un lenguaje renovador a partir de sus propias influencias.
El nombre de esta Fantasía alude al compositor original de la melodía principal en la que se basa, Why fum'th in fight the gentiles spite, tercera de las Nueve tonadas para el salterio del arzobispo Parker, de Thomas Tallis  (1505?-1585). Vaughan Williams utiliza la forma de la fantasía, que a través de las épocas ha sido fértil para elaboraciones libres sobre obras ya existentes. Parte de una obra de Matthew Parker fechada en 1567; elabora la tercera de las nueve melodías (en modo frigio; cada una está en una escala modal diferente).  John Addison, un escritor de himnos nacido 15 años después de la publicación del salterio, añadió posteriormente el texto: “Al levantarse del lecho de muerte/Abrumado por la culpa y el miedo/Veo a mi Hacedor cara a cara/Oh, ¿cómo voy a aparecer?”. Esta versión es la que conoce Williams cuando se le solicita una edición del Himnario Inglés en 1906.  Recurre a esta melodía de Tallis  cuando  en 1910 recibe el encargo de escribir una obra para el “Festival de los Tres Coros” en la Catedral de Gloucester. Revisa la obra en 1913 y 1919.
La Fantasía consta de dos grandes secciones, la primera de ellas construida por dos frases casi idénticas. Las dos frases de la segunda mitad responden a la estructura de llamada y respuesta; se destaca el constante cambio de medida. La obra está pensada para una orquesta de cuerdas dividida en dos grandes secciones más un cuarteto de cuerdas solista. Estas secciones se vinculan durante toda la obra, complementándose, dividiéndose, con complejidad en la textura pero a la vez con notoria claridad derivada de la estructura modal.   El manejo de las voces es notable, las melodías evidencian el carácter renacentista pero son tratadas con un sinfonismo reflexivo y sutil: en suma, la obra constituye un homenaje al compositor original y al período en el que la polifonía comienza a florecer en Europa occidental.

 

Dmitri Shostakovich – Sinfonía N° 10 en mi menor, opus 93

Dmitri Shostakovich (San Petesburgo, Imperio Ruso, 1906 – Moscú, Unión Soviética, 1975 es considerado uno de los grandes compositores de la tradición rusa; su obra elabora una síntesis de la herencia nacional (principalmente de Tchaikovsky) y la tradición europea occidental, con marcadas influencias de Mahler y Hindemith, a las que se agrega su creatividad y las condicionantes  del sistema soviético defensor del llamado “realismo” aplicado a las diferentes artes. La vida de Shostakovich y su producción sufren los vaivenes de la aprobación y el rechazo oficiales.
La Sinfonía N° 10 fue compuesta luego de la muerte de Stalin, con lo que significaba este hecho en la vida personal y artística del compositor, quien comentó al respecto: “No podía componer una obra a la gloria de Stalin, realmente no podía hacerlo. Pero debía describir a Stalin en mi sinfonía. La compuse exactamente después de la muerte de Stalin y nadie ha acertado cuál es el tema. Trata de Stalin y los años de su mandato. Naturalmente contiene otras muchas cosas, pero su base es ésta”.
El Primer Movimiento contiene dos grupos temáticos, el primero iniciado por las cuerdas graves y con un nuevo motivo añadido por el clarinete. El segundo grupo temático es presentado por la flauta, acompañada por violines y violas. Este material da lugar a un extenso desarrollo; este movimiento ocupa casi la mitad de la obra. En su última parte la textura incluye el sonido del piccolo y percusiones de tipo militar. El Segundo Movimiento es un scherzo, al que se atribuye el carácter de retrato grotesco de Stalin. Shostakovich utiliza ritmos de marcha. como ya lo había hecho Tchaikovsky; se supone que ese ritmo, que toma carácter militar en este caso – en especial por el uso de la percusión - , remite a la violencia. El Tercer Movimiento presenta un segundo tema basado en el nombre del compositor, construido a través del vínculo de los nombres de las notas  en alemán, con el famoso motivo DSCH.  Traducido a nuestra nomenclatura resulta en las notas re, mi bemol, do, si, que remiten a la tonalidad do menor armónica con el aumento de un semitono en la séptima (de si bemol a si natural). Este tipo de juego ya lo encontramos en obras de Bach y Liszt. Primer y segundo tema son presentados por diferentes timbres. Otro motivo, interpretado repetidamente por el corno, proviene del nombre de una de sus alumnas, Elmira Nazirova, que se entrelaza con el primero en diferentes timbres. Este motivo fue “descubierto” por la investigadora Nelly Kravetz; posteriormente, la musicóloga Aída Huseynova, a través de una entrevista a la propia Elmira, ha contribuido al conocimiento de la relación de afecto y admiración de Shostakovich por su alumna, pianista y compositora azerbaiyana. Elmira apoyó al compositor en los momentos en que sufrió la marginación del régimen, y esto dio lugar a una singular relación entre ambos. Mientras escribía esta Sinfonía, entre las numerosas cartas enviadas, el compositor le expresa:: “Así no haya alcanzado el resultado esperado, yo habría pensado en ti constantemente, haya quedado o no registrado  en mi poco valioso manuscrito”.
El último movimiento, de elaborado manejo temático y dinámico, actúa como balance respecto al primero, y resume aspectos de toda la sinfonía. El clarinete tiene papel protagónico, también el fagot; el motivo basado en el nombre del compositor domina la línea melódica hasta llegar a oponer momentos de climax y momentos líricos: es el triunfo del compositor. De manera que la Sinfonía atraviesa el sufrimiento, las relaciones con el poder y los afectos personales, para llegar a la superación del creador. Si sostenemos que la música no tiene poder semántico, es decir, no puede comunicar un mensaje con contenidos específicos, aquí Shostakovich utiliza los motivos melódicos y una estrategia rítmica y tímbrica que, para el conocedor, vincula lo verbal con lo no verbal: su presencia y la de una mujer que lo ha sostenido se vuelven materia sonora evidente y a la vez oculta, y la historia personal subyace a los cuatro movimientos.

Marita Fornaro Bordolli
Centro de Invetigación en Artes Musicales y Escénicas
Departamento de Ciencias Sociales, CENUR Litoral Norte
Universidad de la República